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En las últimas ocho carreras de 2019, Jonathan Rea (Kawasaki Racing WorldSBK Team) ha recuperado 85 puntos a Álvaro Bautista (ARUBA.IT Racing - Ducati), y con ese rendimiento sobresaliente ha relevado al piloto español de un primer puesto en la clasificación general que parecía tener muy bien amarrado apenas un mes antes. Los giros de guion en el campeonato World Superbike han ocurrido muchas veces antes, a menudo con grandes dosis de dramatismo. ¿Qué podemos esperar este año?

En 2009, Ben Spies recuperó una gran ventaja al líder tras la primera mitad de la temporada, y la batalla continuó hasta el final. Una década después está surgiendo el mismo patrón al llegar a la novena cita del Campeonato 2019. De los cuatro circuitos de la segunda mitad de la temporada, tres son desconocidos para Bautista (Portimao, Magny-Cours y San Juan), aunque el piloto español haya tenido la ocasión de sumar kilómetros en la pista portuguesa y la de Argentina siga siendo relativamente nueva para todos.

Potencialmente, el péndulo del título puede oscilar de un lado a otro;  las altas velocidades de Portimao y las áreas de fuerte aceleración en Magny-Cours podrían adaptarse muy bien a la Ducati Panigale V4 R. Pero ganar batallas no significa ganar la guerra. La regularidad es lo que acaba decantando los campeonatos y eso es algo en lo que el talaverano no ha sido el mejor, en comparación con Jonathan Rea.

En 1998, Carl Fogarty logró su tercer título con solo tres victorias en su haber a lo largo de la temporada. Después de su carrera en casa en Brands Hatch, la diferencia era de 34 puntos en su contra y solo quedaban seis carreras. Fogarty desplegó una actuación increíble y ganó la corona por solo 4.5 puntos.

Esta temporada no hay nada decidido; pueden producirse errores y la mala suerte puede golpear en cualquier momento. Una mala calificación, el riesgo de verse involucrado en una colisión, los problemas mecánicos, todo esto puede tener un impacto devastador en el marcador de puntos de un piloto que lucha por el título. Esto ha sucedido con bastante frecuencia, y sigue sucediendo. Rea ya ha cometido errores, también ha estado involucrado en incidentes con otros pilotos en la fase resolutiva de un campeonato, pero este año sabe que no puede permitírselo.

Colin Edwards ganó su segundo título en 2002, contra todo pronóstico. Tenía 53 menos que Troy Bayliss al final de Carrera 1 de Laguna Seca. Sin embargo, dominó las últimas carreras, ganando siete más antes del Round final de Imola, mientras que su rival y líder hasta ese momento se cayó en Assen. Al llegar a Italia, Edwards lideraba solo por un punto, pero aún así logró conquistar una nueva corona mundial. Quién sabe qué habría pasado si Bayliss no se hubiera caído en los Países Bajos...

Es una historia similar a la que sucedió en 2009, cuando Ben Spies era un debutante en la categoría WorldSBK. Después de la carrera 2 en Kyalami, Spies estaba 88 puntos por detrás de Noriyuki Haga, y parecía claro para todos que el japonés atraparía pronto la corona. Pero Spies nunca se rindió y acabó ganando el título en Portugal por solo seis puntos, capitalizando dos abandonos en seis carreras de su rival. Sin duda, una de las remontadas más épica de un piloto en la historia de la categoría.

Este año, habrá otro factor a considerar: Los compañeros de equipo. ¿Leon Haslam (Kawasaki Racing Team WorldSBK) y Chaz Davies (ARUBA.IT Racing - Ducati) vendrán al rescate de su compañero de garaje? Ninguno de ellos está actualmente en condiciones de hacerlo, pero al final de la temporada cada punto será vital. En 2014, Tom Sykes parecía encarrilado hacia un segundo título, con 44 puntos de margen sobre Sylvain Guintoli cuando solo quedaban seis carreras. Pero Kawasaki y Aprilia aplicaron diferentes órdenes de equipo, y después de tres sólidos Rounds,  Guintoli acabó convirtiéndose en el nuevo Campeón del Mundo. ¿Puede pasar algo similar en la resolución del campeonato 2019? ¿Qué color tendrá la corona al final de año, el verde que luce ahora o el rojo que brilló en la primera mitad del curso?

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